Hoy lo he visto, era la hora del recreo y como de un imán se tratase, cuando lo vi dirigirse hacia el patio, fui detrás de él. Iba con unos amigos, cada vez la masa de gente se hacía más grande. Por fin salí de aquella jaula y sin fin de gente, pero lo perdí de vista, solo pude ver a los dos amigos que antes estaban con él, pero que ahora ya no estaban.
En aquel momento, fue como si estuviese perdida en una gran ciudad, como si fuera un pez detro de una botella, como si todo lo que había sentido al verle hace unos minutos, se hubiera desvanecido, como si la esperanza de solo saber donde se sentaba en el patio, hubiese sido nula al momento. Sentí como, un vuelve a empezar.
Mañana será otro día, mañana lo volveré a intentar.
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