miércoles, 11 de julio de 2012

SURPRISE.

Planificar los planes, en si, una perdida de tiempo. Joder, te tiras media vida planificando para que después un imprevisto, un sentiemiento, con solo que la otra persona se proponga cambiar, o decida amar, cambian tus planes. Sí, seguro que he planeado el ochenta por ciento del verano y sí, sé que no saldrá como yo espero. Puede que salga horrible o mucho mejor que el anterior. Como ya dije en una entrada, el amor no se busca, se encuentra, pero llega un momento que te autoconvences de que puede que alguien te esté esperando mientras que buscas y lo encuentras. En fin, está claro que este verano no será como el anterior ni como el del año que viene pero lo único que espero, es que me aguarde muchas sorpresas.

+ ¿Y qué? ¿Alguien me manda saludos?
- No sé, parecía como si no conociera el sitio tío. La gente era la misma pero estaban todos cambiados.
+ Es el síndrome del campamento de verano.
- ¿Qué, es otras de tus teorías? ¿No?
+ Igual que el campamento.
- ¡Ya estamos!
+ Te lo pasas de puta madre. El mejor verano de tu vida piensas. Vuelves a casa y te tiras todo el año pensando en el próximo campamento, en volver a repetir todo mejor, y entonces llega y todo ha cambiado: los monitores, las chicas, tus colegas están raros, son extraños ya. Y caes, los mejores años fueron esos... los mejores... y nunca se van a repetir.
                                                        
                                                                                                                                  Tengo ganas de ti.


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Bueno, esta entrada es para despediros. Sí, no es por mucho tiempo pero para un mes y medio. Lo siento pero la playa y el sol, me llaman y me ruegan que vaya con ellos, no podré contarme ni ver entradas vuestras pero os prometo que cuando vuelva lo primero que haré será ver vuestros blogs. Os quiero. Besos♥










¿POR QUE LO HICE? PORQUE LO SENTÍA.

A veces, las cosas más sencillas, las tonterías insignificantes, son mejores que las cosas incomplejas, que las búsquedas desesperadas. Porque rayarse la cabeza para pensar si algo esta bien o esta mal, es una perdida de tiempo; pero debemos de hacerlo porque si no, el mundo sería un desastre y acabaríamos mal, muy mal. Pero también está, la frase que se me quedó de hace uno o dos días: ''El éxito de una persona es hacer lo que le dicte el corazón en cada momento, aunque después llores''. Porque es verdad que si no pensásemos lo que vamos a decir, y nos guiásemos por el corazón, todo sería más fácil, menos pensar igual a menos comerse la cabeza. Pero siempre está esa segunda parte, esa que nos dice que frenemos, que pensemos antes de decir las cosas, la que te recuerda que hay un después la que te da un ''pero''. Esa parte que más odiamos, pero a la que más le damos la razón, la que nos guía por ''el buen camino''. Y es que no todo lo que nos guía por un camino sin piedras es el correcto. A veces, hay que caminar por las rocas, porque eso es señal de que pronto llegaremos a la cima. Si no hacemos lo que queremos nunca sabremos cuando termina todo, siempre veremos el camino liso, sin preocupaciones, molestias...Y al final, lo único que queremos es darnos cuenta de que todas las caídas, hostias, desilusiones, cagadas, llantos... han servido para algo, el ''que'', no lo sé; lo único que quiero decir, es que hagáis lo que hagáis no os arrepintáis, porque un ''querer y no poder'' es peor que un ''por que lo hice''.