martes, 2 de julio de 2013

LLORAR ES DE DÉBILES.

Soy de las personas que creen, que llorar es de débiles, pero en cierta medida todos somos débiles, lo que pasa es que no lo mostramos. Todas las cosas malas nos hieren hasta un punto de expresarlo en lágrimas. Todo depende del momento en que las expresas, yo prefiero expresar todo mi dolor en silencio bajo la atenta mirada de la luna, en la noche. Porque esos momentos en lo que nadie te puede ver son los que te hacen más fuerte, porque nadie está ahí para ayudarte. Solo están las personas que no podemos ver, las que se van sin despedirse, esas por las que necesitamos expresar en pequeñas gotas de agua salada todo lo que sentimos.

PORQUE SENCILLAMENTE EL TIEMPO PONE A CADA UNO EN SU LUGAR.

Hay veces, que sientes que debes de empezar de nuevo, que hay algo que no te hace avanzar y que deberías volver a nacer para poder emprender un camino con un final, solo porque tienes un muro frente a ti que no te deja ver las cosas claras. Claro que si volviésemos a nacer aunque fuera con la misma familia, la misma ciudad, un mismo tú, todo sería distinto, por que cada cosa que hacemos repercute en un futuro, esperar 10 segundos antes de tomar una decisión puede causar hechos importantes, porque todo en esta vida lo creamos nosotros; nuestra vida es nuestra porque nosotros la modelamos, porque somos dueños de lo que hacemos. Por eso hay que hacer lo que uno siente, porque somos nuestras acciones, porque todo repercute en ti, porque sencillamente, el tiempo pone a cada uno en su lugar.