domingo, 22 de enero de 2012

Y NOS DEJAN.

Corres. Corres demasiado rápido. El grito de tus amigos te animan una y otra vez ''Venga rápido''. Es como una carrera. Uno detrás de otro, en grupo; como una gran maratón. Tú la última, raro, siempre igual; no tienes fuerzas para seguir el mismo ritmo. Un metro venga sólo un metro, bien ahora solo un paso y ahora, nada. No te distes cuenta y la partida terminó. No miraste en el segundo apropiado y se fue, te fuiste. No te despediste, no pudiste ni decir ''te quiero'' a cada uno de los componentes de tu corazón, a los que ahora lloran que no estés aquí.  A sí, de repente. No puedes decir, '' paren ésto, que me quiero bajar'' o ''el juego, no vale, se repite''. Todo, todo se termina, un adiós por aquí, un adiós por allá. Todo se queda intacto, como lo dejaste, nadie cambiará tu vida, si no que tu vida se termina y sólo queda en el recuerdo de tus allegados. Y, ¿por qué? Porque no te fijasteelegiste el camino fácil y mira donde has acabado. En la carretera, en la sucia y asfaltada carretera. Tu destino era la típica anécdota de cena con los amigos ''Si el coche nos pitó, el tío que iba dentro nos llamó imbéciles y nosotros salimos corriendo, ¿No es gracioso?''
Retaste al destino sin saber lo que te jugabas y saliste perdiendo. No lo sabias, claro que no. Pero eso, ahora que importa... Acuérdate siempre, tu puedes cambiar tu destino, tú siempre tu. No acabes de la manera más ruin y desechable.              
                                                                                                                           PONLE FRENO.

1 comentario: