DEJÉ QUE EL TIEMPO ME LLEVARA.

Cierra los ojos. Piensa que estás en la orilla del mar. De pie, mirando como vienen y van las olas. Escuchando el sonido de las gaviotas revoloteando sobre el agua. El aire del atardecer mueve tu cabello. El olor a agua salada y arena.

Ahora abre los ojos mira a tu alrededor y piensa. ¿No sería todo más fácil y más bonito estando allí? Sin prisas, sin que el tiempo corra, sin pensar en lo que pueda pasar después. Sin pensar en nada. Que fácil sería estar allí, pero en cambio estás aquí sentada en una silla, pensando en que mañana debes de ir al instituto. En que tienes que dar miles de explicaciones al profesor por no haber hecho aquellos deberes.

Que sabes que cada día te traicionarán tus amigas. Que lo más posible es que te quedes sola. Y no por hacer las cosas como quieres si no como debes. Que pensabas que lo más complicado ya había terminado, pero vuelve y vuelve otra vez. Piensas que lo has superado, pero cada vez viene y te atropella. Que sabes que el único apoyo que tienes ahora mismo es con el aire, el tiempo y las mismas esperanzas que día tras día te defraudan. 

¿Por qué las cosas no pueden ser más fáciles? ¿Por qué la gente es tan egoísta e inmadura? ¿O la inmadura eres tú? Tal vez debería de haber cambiado las cosas antes, pero dejé que el tiempo me llevara.

Y ahora lo único que pido, es que todo vuelva a ser como antes y poder volver a empezar de nuevo con lo que era mi vida.